martes

nervös

por desgracia, los ojos verdes y los pies obesos no fue lo único que me heredó mi madre.
Su excesivo nerviosismo, esa preocupación por todo y por todos que le han provocado mil enfermedades y mil noches sin dormir, bueno.
yo no quiero ser como ella, pero hay cosas que no puedo evitar.

A esos nerivios y a la preocupación genética, sumémosle mi gran imaginación, mi mente pesimista, mi ya cotidiana tristeza, y la situación del país.

No tengo la menor idea si todo esto me justifica, pero fueron los motivos.

En fin.

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