lunes

Día de muertos.

He escrito más de una vez acerca de "mis muertitos".
He dicho más de una vez cuánto los quiero, cuán poco conviví con algunos de ellos...
Pero hoy, además de recordarlos, debería recordarme a mí, la muerte.

Cuando yo iba en 3° de primaria, una niña (tres años más grande que yo, y con una hermana 6 años más pequeña que ella) me dijo que le alegraba tener una hermana menor. Porque así, cuando murieran sus papás, ella no se iba a quedar sola.

Yo tengo dos hermanos, 10 y 14 años mayores que yo. ¿Pueden imaginar el madrazo mental?
Ese día en la noche lloré y lloré abrazada a mi mamá. Mi abuela acababa de morir, y yo entendí que como ella, mi mamá también moriría, y mi papá, y eventualmente, mis dos hermanos. y al final? yo quedaría sola. sería el último espécimen de la familia que Mario y Fabiola crearon.
Tuve TANTO MIEDO.
Entendí que no me daba miedo morir, pero que no quería que nadie de mi familia muriera.

Cada año desde que murió mi abuela, mi mamá le hace un altar en día de muertos. Pone coca, chocolates, dulces, y calaveritas.
Cada año yo le agrego imágenes en mi mente de personas, y cada año también, está ahí mi perrita.

tal vez no celebro el día de muertos con todo el misticismo que otros lo hacen, pero yo recuerdo a esos muertitos diario. porque además no todos son muertitos como los que están en los panteones.

A todos ustedes, que un día conocí, por muy poco que haya sido. Gracias =)

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