sábado

YOU

Lamento que haya sido así.
Lamento mucho que hayas crecido sola -sin mi-.
Yo juraba, -y me gusta creer que tu también- que seríamos como hermanas hasta que fueramos ancianas.
Nuestras hijas se llamarían Sofía y Karen y serían mejores amigas.
Tal vez incluso nuestros novios fueran amigos.
Viviríamos cerca una de la otra.
Ese era mi plan de vida a los 5 años.
Siempre te contemplé en todos mis planes. SIEMPRE.
Eras mi hermana, y sentía que te protegía cuando te escondías en mi armario.
Y sentía que me protegías cuando venías a jugar conmigo si yo estaba enferma.
Y sentía que eramos una familia cuando mis hermanos nos invitaban algo.
Y no me daba pena quedarme dormida si tu estabas aquí, era muy natural.

Hoy nada de eso es verdad, hoy te ví dos veces, te saludé con un beso en la mejilla en la mañana y un adiós con la mano en la tarde.
Y apenas se qué haces de tu vida.
Y no se quien es tu novio. Y no se cómo se llamará tu hija, y no se si tu color favorito aún es amarillo.
Y tu no sabes qué demonios estoy estudiando, seguro ni sabes que sé alemán, seguro ni sabes que desde que murió tu abuelo, mi mamá ya casi no hace tortitas de atún. Seguro no sabes que mi novio es payaso. Seguro no sabes que nació la hija de mi hermano.
Seguro no te importa, y a mí -al fin- está dejando de importarme que no te importe.

Sólo espero que seas tan feliz como yo juré que seríamos. Te prometo que yo sí.

Etiquetas:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio