lunes

letting it be.

En las últimas semanas “mi cabeza y mi alma no han estado en paz”. A decir verdad, no se a ciencia cierta qué es lo que me sucede, que de repente me da por inventarme cosas, escenarios, situaciones…
He estado enojada con el mundo y conmigo y eso, evidentemente, no podía más que ocasionarme problemas; precisamente, con el mundo y conmigo.
A veces uno no sabe ni qué pensar, ni qué creer, mucho menos qué hacer. A veces uno se detiene a ver las cosas y encuentra pedacitos que pueden dar miedo, no que asusten por horribles, sino por inciertos.
¿Cómo puede una persona, a los 19 años, saber qué –o al menos con quién- quiere en el futuro? ¿Cómo saber si uno no se equivoca? ¿Cómo lograr saltar todas las diferencias que son una bomba estancada, dispuesta a estallar en cualquier momento y devastar todo? Yo, con perdones, no quiero ser Hiroshima. ¿Cómo saber si todas estas preguntas son absurdos o si son la clave para el futuro? ¿Cómo no sentirse atrapado entre familia, amor y uno mismo? ¿Cómo encontrar un equilibrio que nunca se había ocupado?
Miedo, era la palabra más recurrente y, citando a uno de mis “autores” preferidos… “decidir y fallar” a eso le tengo miedo. Por cuestiones que me imagino, pero cuya explicación sobra en este momento.
Pienso que aún no tengo repuestas definitivas. Pero, haciéndote caso de nuevo, dos años después.. “Let it be”.
Hay veces que –yo siempre sueno trillada, no importa cuán distinta me sienta del mainstream, basta una mirada o un par de palabras.
Quien iba a decirme que llorando una madrugada, pensando y diciendo casi expresamente que “hay cosas que seguramente no toleraré”, iba a decidirme y prometerme hacer mi mayor esfuerzo, que iban a disiparse todas las grandes o pequeñas dudas que pude llegar a tener en algún momento…
Quiero mi vida contigo, mi vida.
Hay cosas que no se si son buenas o malas. Pero he de decir que solo hay una persona en el mundo que saca lo mejor y lo peor de mí. Lo más divertido y lo más triste. Lo más feliz y el mayor enojo. Supongo que el tiempo dirá si es malo o bueno, o si no importa.
Hoy solo puedo agradecer y congratularme de tener a mi lado a alguien tan especial, alguien que no importa qué, siempre, de alguna manera, me hace sentir mejor, o no. Alguien de quien he podido aprender muchas cosas. Alguien con quien puedo jugar, llorar, reir, sufrir, ver una película, leer un libro, dormir o nada de eso.
Hoy, no se si hice algo mal, no se si debió haber sido una historia distinta, pero no puedo arrepentirme. Si hice algo mal, pido disculpas a quien las merezca, y yo me agradezco haber actuado de la manera que lo hice.
Más de una vez he escuchado que “no hay que dar todo el amor”. Yo no se dar amor a medias, no se guardarme cosas, no se reservarme, no se cómo fingir que no te amo con todo mi ser, con todas mis maneras de amar a alguien. 

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1 comentarios:

Anonymous Clown ha dicho...

¡Bravo!


:0)

28 de febrero de 2011, 20:03  

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